viernes, 18 de junio de 2010
Franco no era del Espanyol
En Cataluña hace años que se intenta instalar un totalitarismo deportivo, basado en un lema que nos recuerda a algunas dictaduras: un país, una bandera y un club de fútbol, y sus propagandistas no dudan en falsear la realidad. El último ejemplo de esta indigencia intelectual nos lo ha ofrecido uno de esos estómagos agradecidos, Patricia Gabancho, en su ¿obra? “Joan Laporta, de la presidencia del Barça al Palau de la Generalitat”. En ella asegura que “con el franquismo el Español se tiró de cabeza, sin vacilaciones, y cuando Cataluña buscaba pequeñas rendijas de libertad en la oscuridad de la dictadura, algunos demócratas nada estridentes, como Josep Benet, no dudaron en calificarlo como el club de los vencedores”.
Llamar a Benet “demócrata nada estridente” es un buen chiste, considerando su trayectoria política. Pero lo de asociar el Espanyol al franquismo y el Barça a la lucha por la democracia ya cansa. El Espanyol, “el club de los vencedores” según Gabancho, ganó una Copa en treinta y seis años y bajamos dos veces a Segunda. Para ser el club del “régimen” nos beneficiaron poco, ¿no? Una Copa perica frente a ocho Ligas y nueve Copas del Generalísimo culés. ¡Cuánta opresión al Barça! ¿Recordamos cómo Franco recalificó el estadio de Les Corts para que el Barça saneara su difícil situación económica? ¡Otro ataque franquista, como la construcción del Palau de Gel, que se levantó con la ayuda de un insigne culé, el delegado nacional de deportes del régimen, Juan Gich Bech de Careda! Por cierto, Gich pasó de ser gerente del Barça (1958-1969) a mandamás del deporte español (1970-1975). ¡Qué poca influencia y qué oprimido estaba el Barça!
(artículo publicado por Sergio Fidalgo en el diario AS)
Llamar a Benet “demócrata nada estridente” es un buen chiste, considerando su trayectoria política. Pero lo de asociar el Espanyol al franquismo y el Barça a la lucha por la democracia ya cansa. El Espanyol, “el club de los vencedores” según Gabancho, ganó una Copa en treinta y seis años y bajamos dos veces a Segunda. Para ser el club del “régimen” nos beneficiaron poco, ¿no? Una Copa perica frente a ocho Ligas y nueve Copas del Generalísimo culés. ¡Cuánta opresión al Barça! ¿Recordamos cómo Franco recalificó el estadio de Les Corts para que el Barça saneara su difícil situación económica? ¡Otro ataque franquista, como la construcción del Palau de Gel, que se levantó con la ayuda de un insigne culé, el delegado nacional de deportes del régimen, Juan Gich Bech de Careda! Por cierto, Gich pasó de ser gerente del Barça (1958-1969) a mandamás del deporte español (1970-1975). ¡Qué poca influencia y qué oprimido estaba el Barça!
(artículo publicado por Sergio Fidalgo en el diario AS)
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