¡Mucha suerte, amigo!

La próxima semana comienza la andadura de Alberto Ariza como presidente de la Federació Catalana de Penyes. Sólo puedo desearle mucha suerte, porque sé que es un gran espanyolista que se dejará el alma por el bien de las embajadas pericas y por el sentimiento blanquiazul. Es una persona trabajadora y decente, que cuando tenga que decir algo, no le temblará la voz, y que cuando tenga que callarse algo, lo hará y no se dedicará a rajar por las esquinas. Lo que más me gusta de Alberto es que va de frente, y que nunca te clavará un puñal por la espalda. Y en este club eso es más que un lujo, algo poco habitual.

Tiene muchos retos por delante, y pocos medios. La Federació Catalana de Penyes tiene el reto eterno de conseguir aumentar sus fuentes de financiación, porque con los treinta euros anuales que paga cada entidad adherida pocas cosas pueden hacer. Seguro que le pondrán ganas e imaginación. Y también quiero reconocer la labor de su antecesor, Ramon Rius, que deja el cargo por la puerta grande, tanto por todo lo bueno que ha hecho por este organismo como por haber conseguido que la justicia le dé la razón en el caso Travel Gallery. Tanto él como su junta directiva no tienen que avergonzarse de nada, al contrario, tienen que estar muy orgullosos del buen trabajo que han hecho (artículo publicado por Sergio Fidalgo en el diario AS).