“Ni Angelina Jolie, nada supera a un Espanyol campeón”

El jueves se presentó en el auditorio del estadio de Cornellà – El Prat el libro “Conversaciones con Julio Pardo”, un libro en el que el ex presidente perico repasa sus sesenta años de vida en clave blanquiazul. Los dos primeros grandes fichajes que hizo, Wolfram Wuttke y Steve Archibald, tuvieron sus curiosidades: del primero recuerda “su gran calidad” y que el Espanyol se lo pudo permitir “porque su carácter era complicado, el entrenador del Kaiserlautern se lo quería quitar de encima” y destaca que “una vez se orinó en la cama del seleccionador alemán”. El escocés vino por problemas matrimoniales, porque se enamoró de una chica española y su ex mujer le ponía todos los problemas del mundo. Pardo le hizo gestiones para que pudiera ver a sus hijas.

De Francisco López Alfaro, el “maestro”, cuenta que el único problema que tuvo con él fue con una segunda equipación: “era amarilla, y sólo hablaba del mal fario que daba”. Y relata como cuando fichó al entonces delantero de la selección española, Goyo Fonseca, le tuvo que esconder varios días en un hotel para que otros clubes no le pisaran la operación. Pardo reconoce “que por el Espanyol he hecho cosas que no hubiera hecho por nadie” como cuando fue a la URSS y sobornó al seleccionador soviético para que dejara irse de la concentración a los jugadores rusos del Espanyol, dado que el equipo jugaba un importante partido ese fin de semana: “pensaba que acabaría en la cárcel, pero cogió lo suyo y me traje a los futbolistas”.

Pardo defiende la gestión de Sánchez Llibre, “porque ha dado la sensación al socio que el club es de todos, nunca ha alardeado de las acciones que tiene, como sí han hecho otros” y muestra una sana envidia por sus logros: “Ni Angelina Jolie, no hay emoción mayor que ver al Espanyol ganar un título. Y ha conseguido dos Copas”. Se define como “antibarcelonista” y cuenta en el libro como disfrutó “cuando fui a la final de Sevilla. Nunca lo tuvieron más fácil, el Steaua era como el Gratallops FC”. También se muestra muy crítico con los Lara, y del patriarca de esta familia, ya fallecido, dice que “tuvo la virtud de no ser santo de la devoción de ningún presidente del Espanyol, y esto lo puedo garantizar”.