viernes, 27 de julio de 2007
Castillo, el poeta perico
David Castillo no es sólo uno de los mejores poetas de la literatura catalana, además es un fiel seguidor de los colores blanquiazules, y siempre ha demostrado que participa del sentimiento que a todos nos une. En una entrevista que está colgada estos días en Grada perica (http://www.e-noticies.com/), asegura que Iván de la Peña “juega como un poeta”, y recuerda como sus orígenes españolistas los tuvo en el Camp Nou, ya que asistió a un derby en el Camp Nou al que fue a ver al Barça, y tras la victoria que supuso el liderato perico (y la consiguiente reacción del público), decidió apuntarse a nuestra “fe”. Era aquel magnífico equipo de Santamaría que estuvo cerca de llevarse la Liga.
Aún echamos de menos los magníficos artículos que escribía tras los encuentros ligueros en las páginas de deportes del diario Avui, que eran una lección de estilo y de amor a nuestros colores. Cuando tuvo que “mojarse”, lo hizo, desde aquel Cercle d’Amics de l’Espanyol que “marcó” la gestión del consejo de administración en una etapa en la que se cometieron muchos errores. Ahora las cosas han cambiado, y la voz siempre crítica y vigilante de Castillo se ha silenciado. La final de Glasgow, el avance en las obras del nuevo estadio y la mejora en la gestión del club han tranquilizado muchos espíritus pericos, como el suyo o el mío, y nos permiten hablar del Espanyol sin usar un tono dramático. Que dure. Por cierto, Castillo acaba de publicar un libro de conversaciones con Pepín Bello (Anagrama), un artista sin obra que fue uno de los ejes de la famosa Residencia de Estudiantes. No se lo pierdan.
(artículo publicado el viernes 27 de julio en el diario AS)
Aún echamos de menos los magníficos artículos que escribía tras los encuentros ligueros en las páginas de deportes del diario Avui, que eran una lección de estilo y de amor a nuestros colores. Cuando tuvo que “mojarse”, lo hizo, desde aquel Cercle d’Amics de l’Espanyol que “marcó” la gestión del consejo de administración en una etapa en la que se cometieron muchos errores. Ahora las cosas han cambiado, y la voz siempre crítica y vigilante de Castillo se ha silenciado. La final de Glasgow, el avance en las obras del nuevo estadio y la mejora en la gestión del club han tranquilizado muchos espíritus pericos, como el suyo o el mío, y nos permiten hablar del Espanyol sin usar un tono dramático. Que dure. Por cierto, Castillo acaba de publicar un libro de conversaciones con Pepín Bello (Anagrama), un artista sin obra que fue uno de los ejes de la famosa Residencia de Estudiantes. No se lo pierdan.
(artículo publicado el viernes 27 de julio en el diario AS)
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